Y es que cada vez que te veo conectado sonrío, cada vez que nada mas conectarme se abre una conversación tuya que pone: holaaa :) un millón de mariposas recorren todo mi cuerpo. Ahora estoy feliz, porque me he dado cuenta que dejándote ir no he perdido nada, es más, he ganado algo, he ganado un amigo. Porque ahora es cuando me doy cuenta de que estas cambiando, ya no eres el mismo capullo de antes que le gustaba verme sufrir, no. Ahora te preocupas por mi, eres cariñoso y sabes que decir en cada momento. Sabes una cosa? Todo esto en parte me da rabia, si rabia. Porque ahora no paro de preguntarme porque no eras así antes. ¿Por qué no me diste un beso cuando yo te lo pedí? ¿Por qué no te preocupaste por mi cuando yo estaba mal de verdad? ¿Por qué no fuiste cariñoso cada día? ¿Por qué no estabas ahí cuando yo te necesitaba? No lo se. Lo único que se es que ahora es tarde para ir hacia atrás, tengo que conformarme con lo que tengo y no me quejo, de momento no me puedo quejar. Simplemente te quiero.