ÉL!

Él, él es único, como siempre he querido que fuera.
Nos conocíamos desde hace tiempo, pero nunca nos dimos cuenta de lo que sentíamos en realidad, nunca miramos mas allá de esas caritas de dos amigos, dos buenos amigos.
Se puede llamar amor? Sí, por supuesto que sí. Lo sé por la forma en que me mira, por la forma en que lo miro. Cuando hablamos me sostiene de la mano y me acaricia, y a la hora de la despedida me agarra fuerte y no me deja ir. Para mi eso es amor.
Cuando estoy con él es como si todo el mundo se detuviera por un instante, como si sólo estuviéramos en ese momento él y yo, los dos solos, queriéndonos, mirándonos, riendo, hablando...
Cuando se acerca a mi es como si un millón de hormigas me recorrieran el cuerpo de arriba a abajo. Cuando me agarra de la mano es como si dos millones de mariposas se unieran al millón de hormigas y cuando me besa, las hormigas y las mariposas se desvanecen y siento como si estuviera flotando en las nubes.
Puede sonar cursi pero cuando me dice te quiero, lo dice de una manera única, solo como él sabe decirlo y sueño con que no me deje nunca porque si no es con él, entonces no es con nadie....
Porque le quiero, porque le necesito más que a nada, más que a nadie...